El iPhone 5 tendrá ventas millonarias, por lo que la cadena de producción debe estar a la par. Parece que el costo de lograrlo se mide en vidas humanas. En los últimos días han aparecido nuevos reportes sobre los maltratos a los empleados del gigante manufacturero Foxconn, que detallan una vez más las malas condiciones de trabajo de las plantas, la presión psicológica constante a la que están sometidos los empleados y los abusos que la firma comete con el objetivo de cumplir con su exigente cuota de producción: 57 millones de iPhone 5 en un año, según el diario Shanghai Evening Post, citado por The Guardian.
El episodio más reciente es el suicidio de un trabajador de 22 años, que según el reporte de la agencia China News se lanzó de un apartamento cercano a una de las plantas de Shenzen, en China, donde en 2010 se habían reportado varios episodios similares. Un reporte de China Labor Watch, una ONG que vigila las condiciones laborales en las grandes manufactureras del gigante asiático, dice que 18 empleados de Foxconn se han quitado la vida en dos años.
¿Qué lleva a estos jóvenes –que tienen un trabajo que es considerado por muchos en China como una salida a la pobreza– a tomar esa decisión? Para averiguarlo, un reportero del Shanghai Evening Post pasó 10 días infiltrado en la planta. Tras 4 días de capacitación, entró a la línea de producción.
“Una platina posterior de iPhone 5 pasaba frente a mí casi cada tres segundos. Tenía que tomar la platina, marcar cuatro puntos de posición usando una pluma de pintura basada en aceite y devolverla a la banda transportadora en tres segundos, sin errores. Tras repetir esa acción por muchas horas, tenía un terrible dolor en mi cuello y mi brazo“, cuenta el periodista.
La jornada dura 10 horas, y al reportero le tocaba comenzar a medianoche. Si alguno de los operarios espabilaba o se cansaba, era tratado como en el colegio: el supervisor lo retiraba y lo llevaba a una esquina de la fábrica por 10 minutos. El asunto es que, según sus jefes, los empleados tenían que estar agradecidos por la oportunidad. “Deben estar orgullosos de poder fabricar el iPhone 5“, le dijeron al reportero en su jornada de inducción.
En la planta se trabaja en medio de “fuertes sonidos de maquinaria y un olor a plástico muy denso“. En los dormitorios de las fábricas, las condiciones no son mejores: “huelen a caucho, sudor y espuma” y tienen “cucarachas en los guardarropas y sábanas sucias“. Luego del escándalo de los suicidios, se pusieron barrotes de metal en las ventanas de las habitaciones.
Según The Register, la compañía dijo que investigará las denuncias sobre las condiciones en la planta. “No somos perfectos“, admitieron.
Menores en las fábricas.
Cuando la demanda de trabajadores aumentó por la oferta de iPhone 5, Foxconn encontró parte de la mano de obra en el lugar más barato posible: los colegios. En calidad de ‘practicantes’, 32.000 menores entraron a las líneas de producción del gigante chino.
La compañía reconoció, según The New York Times, que empleaba a los estudiantes, y aseguró que ellos “son libres de abandonar en cualquier momento“. Pero, según China Labor Watch, sus profesores no son tan flexibles: “Dicen que son obligados a trabajar por los maestros“, pues “si no lo hacen no se graduarán“, relata el presidente de la ONG, Li Qiang. “Ellos no quieren estar ahí. Quieren aprender“, señala el activista.
Foxconn no solo es proveedor de Apple, sino también de Samsung, Dell y otros gigantes tecnológicos. Pese a ello, Tim Cook había hecho gestiones para mejorar las condiciones de trabajo en las fábricas. Pero parece que eso de ser buen patrono se olvida cuando hay que fabricar millones de iPhone 5 en tan poco tiempo.
Enter.co
El episodio más reciente es el suicidio de un trabajador de 22 años, que según el reporte de la agencia China News se lanzó de un apartamento cercano a una de las plantas de Shenzen, en China, donde en 2010 se habían reportado varios episodios similares. Un reporte de China Labor Watch, una ONG que vigila las condiciones laborales en las grandes manufactureras del gigante asiático, dice que 18 empleados de Foxconn se han quitado la vida en dos años.
¿Qué lleva a estos jóvenes –que tienen un trabajo que es considerado por muchos en China como una salida a la pobreza– a tomar esa decisión? Para averiguarlo, un reportero del Shanghai Evening Post pasó 10 días infiltrado en la planta. Tras 4 días de capacitación, entró a la línea de producción.
“Una platina posterior de iPhone 5 pasaba frente a mí casi cada tres segundos. Tenía que tomar la platina, marcar cuatro puntos de posición usando una pluma de pintura basada en aceite y devolverla a la banda transportadora en tres segundos, sin errores. Tras repetir esa acción por muchas horas, tenía un terrible dolor en mi cuello y mi brazo“, cuenta el periodista.
La jornada dura 10 horas, y al reportero le tocaba comenzar a medianoche. Si alguno de los operarios espabilaba o se cansaba, era tratado como en el colegio: el supervisor lo retiraba y lo llevaba a una esquina de la fábrica por 10 minutos. El asunto es que, según sus jefes, los empleados tenían que estar agradecidos por la oportunidad. “Deben estar orgullosos de poder fabricar el iPhone 5“, le dijeron al reportero en su jornada de inducción.
En la planta se trabaja en medio de “fuertes sonidos de maquinaria y un olor a plástico muy denso“. En los dormitorios de las fábricas, las condiciones no son mejores: “huelen a caucho, sudor y espuma” y tienen “cucarachas en los guardarropas y sábanas sucias“. Luego del escándalo de los suicidios, se pusieron barrotes de metal en las ventanas de las habitaciones.
Según The Register, la compañía dijo que investigará las denuncias sobre las condiciones en la planta. “No somos perfectos“, admitieron.
Menores en las fábricas.
Cuando la demanda de trabajadores aumentó por la oferta de iPhone 5, Foxconn encontró parte de la mano de obra en el lugar más barato posible: los colegios. En calidad de ‘practicantes’, 32.000 menores entraron a las líneas de producción del gigante chino.
La compañía reconoció, según The New York Times, que empleaba a los estudiantes, y aseguró que ellos “son libres de abandonar en cualquier momento“. Pero, según China Labor Watch, sus profesores no son tan flexibles: “Dicen que son obligados a trabajar por los maestros“, pues “si no lo hacen no se graduarán“, relata el presidente de la ONG, Li Qiang. “Ellos no quieren estar ahí. Quieren aprender“, señala el activista.
Foxconn no solo es proveedor de Apple, sino también de Samsung, Dell y otros gigantes tecnológicos. Pese a ello, Tim Cook había hecho gestiones para mejorar las condiciones de trabajo en las fábricas. Pero parece que eso de ser buen patrono se olvida cuando hay que fabricar millones de iPhone 5 en tan poco tiempo.
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